La acción se sitúa en un hospital de nuestro país en el que unos chavales de quince años están ingresados en la Planta 4ª. La planta de traumatología donde están los que tienen los huesos mal: “fracturas por accidente de moto, fisuras por caídas esquiando y los “pelones” pacientes con cáncer óseo (osteosarcoma), que son sometidos a diferentes tratamientos y pierden el pelo e incluso alguna extremidad. Jorge ha ingresado a consecuencia de un accidente de tráfico y los doctores tratan de averiguar si aquella manchita de la radiografía es signo de un cáncer.
Mientras, los demás jóvenes, Miguel Ángel, Izan y Dani, intentan introducirlo en su grupo, primero movidos por la necesidad de contar con un nuevo jugador para el equipo de baloncesto sobre ruedas, pero después, por amistad.
La película narra los diferentes episodios que les suceden en el interior del hospital, desde las situaciones habituales como las comidas y los ejercicios de rehabilitación, pasando por las escapadas por las distintas salas del edificio, las bromas a enfermeras y compañeros, los baños de sol, los partidos de baloncesto... hasta llegar a competir por los pasillos en una carrera de sillas de ruedas. Se alternan los episodios dramáticos con otros más felices, como sucede con la pérdida de su amigo Pepino y, por el contrario, los resultados de los análisis de Jorge.